Cecilia Enriqueta Giubileo nació en el año 1946 en General
Pinto, provincia de Buenos Aires. Se recibió como médica cirujana en la
Universidad Nacional de Córdoba el 9 de mayo de 1973, a sus 27 años. Era médica
especializada en hemoterapia. Antes de recibirse hizo un paréntesis de dos años
en su carrera, se casó con Pablo Chabrol, un futbolista argentino que jugó en
España y en Grecia, y en este último país se divorciaron. Luego de este hecho,
regresó a Córdoba para completar su carrera académica. Giubileo también estuvo
en Colombia, donde realizó estudios sobre temas relacionados con la biología psiquiátrica.
Dichos cursos estaban financiados por ciertas organizaciones “benéficas”,
ligadas a la CIA (Central de Inteligencia Americana).
La doctora Giubileo debió ser hospitalizada en dos
oportunidades en sanatorios privados de la ciudad de Luján debido a fuertes
crisis depresivas. En la primera oportunidad, la causa desencadenante fue
provocada por el efecto sufrido al comenzar a prestar servicios en las Colonias
Open Door y Montes de Oca, las cuales antiguamente era un “chupadero” de la
dictadura (año 1976). Luego la médica pudo recuperarse. Pero la segunda crisis
depresiva estuvo conectada con la muerde de su padre. Fuentes allegadas a la
doctora lo describían como “un hombre de personalidad despótica que había
vivido años sin ver a su hija y que la había internado en un instituto
religioso cuando era pequeña”. Sin embargo, en los últimos años de vida del
hombre hubo una relación más estrecha entre ambos.
Cecilia no hablaba mucho de su pasado debido a que tuvo una
infancia muy infeliz. Los padres se separaron cuando era pequeña y a ella y a
su hermano los internaron en colegios religiosos distintos. “Cecilia no supo lo
que era tener una madre y un padre, siempre temía ser abandonada. Es por eso
que buscaba afecto en todas partes”. La
doctora habría desarrollado fuertes rasgos histéricos en su personalidad, los
cuales se demostraban en las variadas y contradictorias relaciones afectivas
que mantenía simultáneamente: era la
“nieta perfecta”, “la mujer liberal que hablaba de temas educativos y
políticos”, se comportaba como “beata”, y era una “profesional diestra en la
lucha por el ascenso social”.
La doctora había comenzado en enero de 1977 los trámites
para ingresar a la Colonia Montes de Oca y pocos meses después su solicitud fue
aceptada. Su aceptación tuvo dos aspectos llamativos: por un lado, la velocidad
con la que sorteó todos los obstáculos para ingresar ya que en plena dictadura
militar, las autoridades de establecimientos públicos debían enviar una copia
de la solicitud a la Policía, federal o provincial, y otra al Servicio de
Inteligencia de Estado (SIDE); y por otro lado, la familia de su marido fue
víctima de las persecuciones ocurridas durante la última dictadura miliar y dos
de sus cuñados figuran entre la lista de desaparecidos. Una teoría indica que
la doctora estimaba que sus cuñados desaparecidos estaban encerrados en la
colonia.
La doctora además de trabajar en la Colonia Montes de Oca
también lo hacía en otra colonia muy cercana que llevaba el nombre Doctor
Domingo Cabred, en Open Door. Su simultánea labor estaba en absoluta
incompatibilidad ya que no se pueden tener dos puestos públicos a la vez y estaba
a punto de ser exonerada de este último lugar debido a la falta presentada. A
su vez, Giubileo atendía a sus pacientes particulares que le consultaban por
dolencias o enfermedades crónicas en la casa de una señora llamada Inés
Montoyo, ubicada en el pueblo de Torres.
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