LA DESAPARICIÓN
En
la noche fría y lluviosa del domingo 16 de junio de 1985, la médica Cecilia
Giubileo tomó su guardia en la Colonia Montes de Oca. Su ficha personal
indicaba que lo había hecho a las 21.15 horas. Firmó el acta de defunción de la interna
Patricia Villalba, recetó un antifebril, charló con algunos internos y acudió a
atender de urgencia una urticaria en un pabellón debido a que la médica del
lugar se había retirado a su casa. Un paciente conocido como el “Loco Cano” con
el que Giubileo tenía confianza la acompañó a campear los 500 metros de
oscuridad que la separaban de su albergue ocasional que era la Casa Médica. Al
llegar allí, se despidió de él. Iba fastidiada ya que se había negado a firmar
el certificado de defunción de Patricia Valle, una interna de 23 años con
muerte dudosa. Le pidió tres cigarrillos a la enfermera “Chichita”Realini debido a que pretendía estudiar un poco antes
de descansar. Realini fue la última persona que vio a la médica Giubileo a las
23.45 horas. Desapareció con lo que
tenía, zapatillas, equipo de gimnasia, y una cartera de la cual nunca se
separaba. Nadie la vio salir. La medianoche se estaba imponiendo y no volvieron
a solicitarla hasta el sol del lunes. La casa de la médica estaba cerrada con
llave. Adentro, ya no había nadie. En la Colonia rápidamente le hicieron un
sumario interno por abandono de trabajo y aseguraron que la médica se había
retirado por sus propios medios y bajo su voluntad. Lo llamativo es que la hoja
de registro del lunes fue arrancada y el Renault 6 blanco de la médica
permanecía en el mismo lugar donde ella lo había dejado estacionado. Sin
embargo, no aparecieron ni su bolso de mano, ni su maletín. También es curioso
que por diversos motivos, ninguno de los profesionales que debían acompañarla
en ese servicio estaban presentes esa noche. Todas las camas (incluso la de
Giubileo) amanecieron prolijamente tendidas, y la luz de su cuarto permanecía
encendida. Por otra parte, el mismo lunes por la mañana comenzaron las tareas
de refacción en la Casa Médica, donde un grupo de albañiles pintaba paredes y
corría cosas de lugar por lo que algunas evidencias se borraron por obra de la
inesperada remodelación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario