El caso de la desaparición de la doctora Cecilia Enriqueta
Giubileo es uno de los más grandes misterios de que se tenga memoria en la
historia policial del país. La doctora desapareció en la noche del 16 de junio
del año 1985 en la Colonia Neuropsiquiátrica Montes de Oca, lugar donde
trabajaba. Giubileo había registrado, con precisión de fechas, nombres e
historias clínicas, una serie de gravísimas irregularidades que vendrían
ocurriendo tanto en la Colonia Montes de Oca como en la de Open Door. Entre
dichas operaciones ocultas, Cecilia estaba investigando una supuesta red de
tráfico de órganos, córneas y sangre que operaba clandestinamente con los
internos. Si bien hay muchas teorías respecto a su desaparición, las que
tuvieron mayores repercusiones y aún continúan en incertidumbre son: que haya
sido secuestrada o haya huido por lo que había descubierto en la colonia. A lo
largo de la investigación de su desaparición, sufrieron amenazas todos los que
de alguna u otra manera estuvieron vinculados con ella: familiares, ex parejas,
compañeros de trabajo, o conocidos suyos.
La falta de una investigación profunda dio lugar a que se
tejan las más intrigantes historias, muchas de las cuales alimentaron páginas
enteras de diarios, revistas policiales, programas de televisión y radio, y en
todas ellas la fantasía ocupaba un lugar importante en lo que aún se desconoce
del tema, es decir, el paradero final o el desenlace de la doctora Cecilia
Giubileo.
Respecto al contexto político en el que ocurrió la
desaparición de la doctora, fue durante los primeros años de la restauración de
la democracia en el país (1983), aunque Giubileo había comenzado a trabajar en
la Colonia en el año 1977 durante la última dictadura militar. Se comprobó que
la Colonia Montes de Oca había sido un antiguo “chupadero” de personas durante
dicho Gobierno de facto. En 1998 se comprobó también que Alejandro, el hijo
discapacitado de Jorge Rafael Videla (militar y dictador argentino), estuvo
internado en la Colonia. Además, se rumorea que allí se habría trasplantado de
manera oculta un riñón al Comandante del Primer Cuerpo del Ejército, Guillermo
Suárez Mason.